Hoy en este artículo, te guiaré paso a paso sobre cómo hacer un presupuesto personal que te ayudará a tomar el control de tus finanzas y a alcanzar tus objetivos financieros.
Aquí lo puedes escuchar el podcast que acompaña a este articulo. Indicar que el podcast es complementario al articulo y el contenido de ambos no tiene necesariamente porque ser el mismo.
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Hacer un presupuesto personal puede parecer complicadísimo al principio, pero con los consejos y pasos prácticos adecuados, puede ser un proceso sencillo y gratificante.
Analizando tus ingresos y gastos, fijando objetivos financieros, asignando tus ingresos y haciendo un seguimiento de tus progresos, estarás bien encaminado hacia la estabilidad financiera. Así que, ¡manos a la obra y empecemos a organizar nuestras finanzas juntos!
El primer paso para hacer un presupuesto personal es calcular tus ingresos mensuales.
A continuación debes identificar y clasificar tus gastos en básicos, superfluos e imprevistos. Establece metas de ahorro a corto, mediano y largo plazo.
Ya estarás listo para elaborar tu presupuesto mensual. Finalmente, monitorea y ajusta tu presupuesto regularmente.
Pero no nos adelantemos a los acontecimientos y vayamos paso a paso. Poco a poco.
¿Qué es un presupuesto personal?
Gestionar tus finanzas con eficacia requiere una herramienta esencial: un presupuesto personal.
Se trata de un plan organizado que describe tus ingresos y gastos, permitiéndote supervisar y controlar los gastos.
Al elaborar un presupuesto personal, sabrás adónde va a parar tu dinero y podrás tomar decisiones informadas sobre tus objetivos financieros.
El presupuesto a su vez te sirve de hoja de ruta para lograr tus objetivos financieros; ya sea ahorrar para las vacaciones, pagar las deudas o crear un fondo de emergencia.
Un presupuesto personal te otorga el control de tu dinero y hace que trabaje para ti.
¿Por qué es importante hacer un presupuesto personal?
El desarrollo de un presupuesto personal es esencial para la estabilidad y el éxito financieros.
Las ventajas de tener un presupuesto personal
Te resumo brevemente las ventajas que tiene tener un presupuesto:
- Te haces cargo de tu vida y de tu dinero. Vas a tomar decisiones informadas sobre tus gastos y tu ahorro.
- Sin un presupuesto, es fácil gastar más de la cuenta. E incluso contraer y acumular deudas.
- Sabrás a la perfección dónde recortar si fuese necesario lo que en última instancia te dará una mayor libertad económica.
- Te ayudará a conseguir tus objetivos financieros. Bien a corto, medio y largo plazo. Por ejemplo ahorrar para la entrada de una casa, pagar los préstamos pendientes o crear un fondo de emergencia.
- Un presupuesto funciona como un punto de referencia. No te ata de ninguna forma, las decisiones las tomas conscientemente y no las toma tu mente caprichosa en un momento de debilidad ante la gran industria del marketing.
- Un presupuesto personal de cierta forma te obliga a rendirte cuentas a ti mismo. Lo que te obliga a ser dueño de tus decisiones financieras y a vivir dentro de tus posibilidades.
- Un presupuesto te ayuda a mejorar tu autocontrol en lo que se refiere a la gestión del dinero.
Al elaborar un presupuesto personal, das un paso proactivo hacia el bienestar financiero y te preparas para un futuro más seguro. Por tanto, no esperes más, empieza a elaborar tu presupuesto personal hoy mismo y asume el control de tu futuro financiero.
Paso 1: Calcular tus ingresos mensuales
El primer paso para hacer un presupuesto personal es calcular tus ingresos mensuales. Esto incluye todos los ingresos regulares que recibes en un mes, ya sea provenientes de tu trabajo, negocios o cualquier otra fuente de ingresos. Es importante tener en cuenta tanto los ingresos fijos como los variables que puedas tener.
Para calcular tus ingresos mensuales de forma precisa, realiza una lista de todas las fuentes de ingresos y sus respectivos montos.
Incluye tu salario, bonificaciones, comisiones, ingresos por alquileres u otros trabajos que puedas realizar.
Si tienes ingresos variables, puedes calcular un promedio mensual considerando varios meses.
Recuerda que es importante tener en cuenta los ingresos netos, es decir, el dinero que efectivamente recibes después de deducciones como impuestos y seguros sociales.
Si tus ingresos varían cada mes, toma como referencia el promedio mensual de los últimos meses para tener una mejor idea de tus ingresos regulares.
Una vez que hayas calculado tus ingresos mensuales, tendrás una visión clara de la cantidad de dinero que realmente tienes disponible para administrar y asignar a diferentes categorías de gastos dentro de tu presupuesto personal.
Paso 2: Identificar y clasificar tus gastos personales
En esta etapa del proceso para hacer un presupuesto personal, debes dedicar tiempo a identificar y clasificar tus gastos personales. Es importante tener una visión clara de dónde se está gastando el dinero para poder realizar ajustes y alcanzar los objetivos de ahorro.
Gastos básicos e imprescindibles
En primer lugar, identifica y clasifica los gastos básicos e imprescindibles, aquellos que son necesarios para cubrir tus necesidades básicas de vida. Algunos ejemplos de estos gastos pueden ser:
- Pago de vivienda (alquiler o hipoteca)
- Gastos de alimentación
- Transporte (combustible, transporte público, mantenimiento del vehículo)
- Servicios públicos (electricidad, agua, gas, internet)
- Seguro de salud
Gastos superfluos o prescindibles
En este apartado, debes identificar y clasificar aquellos gastos que son considerados superfluos o prescindibles, es decir, aquellos en los que puedes reducir o eliminar para ahorrar dinero. Algunos ejemplos de estos gastos pueden ser:
- Entretenimiento (salidas al cine, restaurantes, compras no necesarias)
- Productos de lujo o indulgencias personales
- Suscripciones a servicios o memberships que no utilizas
- Gastos innecesarios en moda o belleza
Gastos imprevistos y/o periódicos
Por último, es importante tener en cuenta los gastos imprevistos y los gastos periódicos que puedan surgir a lo largo del mes o del año. Estos gastos pueden ser difíciles de prever, pero es necesario destinar una parte del presupuesto para hacer frente a ellos. Algunos ejemplos de estos gastos pueden ser:
- Gastos de salud imprevistos
- Mantenimiento del hogar o del vehículo
- Regalos de cumpleaños, celebraciones o eventos especiales
- Pago de impuestos
Una vez que hayas identificado y clasificado tus gastos personales en estas categorías, tendrás una visión más clara de los elementos que componen tu presupuesto.
Esto te permitirá tomar decisiones más informadas a la hora de asignar fondos y realizar ajustes si es necesario.
Recuerda que el objetivo final es lograr un equilibrio entre ingresos y gastos para poder alcanzar tus metas de ahorro y gestionar tu economía personal de manera eficiente.
Paso 3: Establecer metas y prioridades de ahorro
Una vez que hayas calculado tus ingresos y tengas una idea clara de tus gastos personales, es el momento de establecer metas y prioridades de ahorro. El ahorro es fundamental para tener estabilidad financiera y alcanzar tus objetivos a largo plazo.
Ahorro a corto plazo
El ahorro a corto plazo se refiere a reservar una parte de tus ingresos para emergencias y necesidades inmediatas.
Es importante crear un fondo de emergencia que pueda cubrir al menos tres meses de gastos básicos. De esta manera, estarás preparado para enfrentar imprevistos sin recurrir a préstamos o tarjetas de crédito.
También puedes establecer metas a corto plazo, como ahorrar para unas vacaciones, comprar un electrodoméstico o realizar una mejora en tu hogar. Estas metas te mantendrán motivado y te ayudarán a controlar tus gastos para destinar una parte de tu presupuesto al ahorro.
Ahorro a mediano plazo
El ahorro a mediano plazo se relaciona con metas que requieren un periodo de tiempo mayor para ser alcanzadas. Por ejemplo, puedes ahorrar para comprar un coche nuevo, hacer un viaje más largo o comenzar un negocio propio.
Es importante establecer el monto necesario para alcanzar estas metas y calcular cuánto debes ahorrar mensualmente para lograrlo en el plazo deseado.
Una buena opción para el ahorro a mediano plazo es considerar inversiones seguras y rentables, como fondos de inversión o depósitos a plazo fijo. Estas alternativas pueden ayudarte a hacer crecer tu dinero y alcanzar tus metas más rápidamente.
Ahorro a largo plazo
El ahorro a largo plazo tiene como objetivo garantizar tu estabilidad económica en el futuro. Esto incluye la planificación para la jubilación, la compra de una vivienda o la inversión en educación para ti o tus hijos.
Es recomendable destinar una parte importante de tus ingresos al ahorro a largo plazo, incluso si parece lejano en el tiempo.
Para el ahorro a largo plazo, es imprescindible considerar opciones de inversión que se adapten a tus necesidades y perfil de riesgo, como planes de pensiones o fondos de inversión a largo plazo. Estas alternativas te permitirán acumular capital a lo largo del tiempo y hacer frente a las metas más ambiciosas.
Recuerda que establecer metas y prioridades de ahorro te ayudará a tener un mayor control de tus finanzas personales y a tomar decisiones conscientes con respecto a tus gastos.
Mantén tus metas claras y revisa regularmente tu presupuesto para asegurarte de que estás avanzando hacia el logro de tus objetivos.
Paso 4: Elaborar tu presupuesto mensual
Una vez que hayas calculado tus ingresos y clasificado tus gastos personales, es momento de elaborar tu presupuesto mensual.
Esto te permitirá tener un control claro y organizado de tus finanzas y te ayudará a cumplir tus metas de ahorro.
A continuación, te presentamos los pasos para realizarlo:
Identifica y lista tus ingresos mensuales
Ya lo hemos comentado en el paso 1; identificar tus ingresos. Listados si es que tienes más de uno y los anotas en el lugar correspondiente.
Asegúrate de tener en cuenta tanto los ingresos regulares como los eventuales.
Detalla tus gastos mensuales
En el paso 2 hemos indicado ya el apartado de gastos. Recuerda tener en cuenta los gastos más esporádicos como regalos de aniversario, cuotas de seguros o mantenimiento de vehículos, impuestos, etc. .
Suma tus ingresos y resta tus gastos
Una vez que hayas listado tus ingresos y gastos mensuales, suma todos tus ingresos y resta tus gastos.
El objetivo es que el total de tus ingresos sea mayor que el total de tus gastos, de manera que puedas destinar una parte a tus metas de ahorro.
Prioriza tus metas de ahorro
¿Has escuchado alguna vez lo de pagarte a ti mismo primero?
Significa que es el primer gasto. El gasto principal es el ahorro. Es la primera partida que debes tener en cuenta.
Decide qué cantidad vas a destinar al ahorro. Hazlo en función de tus metas a corto, medio y largo plazo.
El dinero que destinas a metas como viajes, pagar deudas y similar se considera dinero ahorrado (o ahorros).
En cambio el ahorro a medio y largo plazo como dar la entrada de una vivienda, montar un negocio, la educación de los hijos se considera dinero destinado a la inversión.
Ahorro e inversión son formas de gestionar el dinero diferente.
A modo orientativo la cantidad que debes destinar a ahorro e inversión debe ser entre el 10 y el 30% de tus ingresos. Por supuesto son solo recomendaciones y depende de tu situación personal y tus ingresos.
Asigna montos según tu estilo de vida y prioridades
Esta es la parte más delicada del presupuesto. Y donde la mayoría de la gente se equivoca.
Se trata de repartir tus ingresos en cada una de las diferentes categorías de gastos. Para ello es de vital importancia tener en cuenta tu historial de gastos. Como se dice, el excel lo aguanta todo.
Elabora tu presupuesto personal lo más realista posible sin implicar cambios muy grandes en tu vida. Es mucho mejor empezar con un presupuesto con 0 ahorro o un ahorro muy pequeño y mantenerlo en el tiempo o incluso mejorarlo que un presupuesto muy ambicioso, no cumplirlo y al cabo de 3 meses abandonarlo totalmente.
Ajusta y revisa regularmente tu presupuesto
Una vez que hayas elaborado tu presupuesto, es importante que lo revises y ajustes regularmente.
En el paso siguiente te detallo como hacerlo.
Paso 5: Monitorear y ajustar tu presupuesto
Una vez que hayas establecido tu presupuesto mensual, es importante que lo monitorees y hagas ajustes periódicamente.
El seguimiento constante te permitirá evaluar si estás cumpliendo con tus metas de ahorro y si estás utilizando tu dinero de manera eficiente.
Para monitorear tu presupuesto, dedica un tiempo regular para revisar tus gastos y compararlos con tus ingresos. Puedes hacerlo semanalmente, mensualmente o según te sientas más cómodo. Durante esta revisión, analiza si estás gastando más de lo previsto en alguna categoría en particular y busca formas de reducir esos gastos.
Por ejemplo yo suelo dedicar entre unos 20 minutos o a 1 hora 1 vez al mes. Si bien es cierto que al menos 1 vez a la semana echo un vistazo a mis cuentas bancarias para asegurme que todo está en orden y no hay nada extraño o que no haya tenido en cuenta.
Si encuentras que estás superando tus gastos en ciertas áreas, considera hacer ajustes. Puedes redistribuir el dinero de una categoría a otra para equilibrar tu presupuesto.
Además, es importante tener en cuenta los gastos imprevistos que puedan surgir. Si en algún momento te encuentras con un gasto inesperado, evalúa cómo afecta a tu presupuesto y haz los ajustes necesarios. Puedes recortar gastos en otras áreas o utilizar parte de tus ahorros para cubrir esa situación imprevista sin desequilibrar por completo tu presupuesto.
Recuerda que el monitoreo y ajuste de tu presupuesto no se trata solo de reducir gastos, sino también de asegurarte de que estás asignando tu dinero de manera inteligente y eficiente.
Puedes buscar oportunidades para ahorrar en diferentes aspectos de tu vida diaria, como comparar precios, aprovechar ofertas y descuentos, o revisar tus suscripciones y servicios mensuales para asegurarte de que sigan siendo necesarios.
O buscar formas de obtener ingresos extras o aumentar los ingresos que ya tienes.
Lo más importante es “la mejora continua”. Buscar formas de mejorar tu situación financiera o si ya consideras que es lo suficientemente buena asegurarte de seguir cumpliendo tus objetivos.
Recomendaciones para optimizar tu presupuesto personal
A continuación, te proporcionaremos algunas recomendaciones clave que te ayudarán a optimizar y sacar el máximo provecho de tu presupuesto personal:
- Mantente realista: Cuando establezcas objetivos financieros y asignes tus ingresos, asegúrate de que tus expectativas son realistas. Establecer objetivos inalcanzables o destinar una parte excesiva de tus ingresos a gastos puede provocar desánimo y, en última instancia, que abandones tu presupuesto. Sé honesto contigo mismo y contempla tus ingresos y gastos con detenimiento.
- Evalúa tus gastos periódicamente: Revisa regularmente tus gastos para identificar posibles áreas de ajuste. Analiza si algunos gastos podrían reducirse o eliminarse por completo.
- Prioriza tus metas de ahorro: Establece objetivos claros de ahorro a corto, mediano y largo plazo. Asigna una cantidad específica de tus ingresos mensuales a cada meta y comprométete a cumplirlas.
- Reduce los gastos superfluos: Identifica aquellos gastos que no son necesarios y trata de reducirlos al máximo. Por gastos superfluos entiende aquellos gastos que para ti no te aportan nada de valor. Evita las compras impulsivas y reflexiona sobre la verdadera utilidad de cada gasto antes de realizarlo.
- Ahorra en gastos diarios: Si consideras que necesitas ahorrar un poco más piensa en esos pequeños gastos diarios (también llamados gastos hormiga). Pequeñas acciones como llevar tu propia comida al trabajo, utilizar el transporte público en lugar del coche o buscar ofertas y descuentos pueden generar un ahorro significativo a largo plazo.
- Eliminar, reduce o simplifica tus gastos fijos recurrentes: Es habitual tener ciertos gastos recurrentes que por alguna razón no usamos como cuotas de gimnasios que no vamos, suscripciones de tv, revistas o club´s que apenas usamos o incluso gastos más importantes como un coche y una plaza que garaje que financieramente son un lastre.
- Utiliza aplicaciones y herramientas de seguimiento: Existen numerosas aplicaciones y herramientas digitales que te permiten llevar un registro detallado de tus ingresos y gastos, facilitando así el control y seguimiento de tu presupuesto.
- Investiga opciones más económicas: No dudes en investigar y comparar opciones más económicas en diferentes aspectos de tu vida, como seguros, servicios bancarios, telefonía o suministros del hogar. Pequeños ahorros en cada uno de estos aspectos pueden sumar una gran diferencia en tu presupuesto.
- Controla y elimina tus deudas: Si tienes deudas, es importante que las lleves bajo control. Prioriza el pago de aquellas con tasas de interés más altas y evita incurrir en nuevas deudas innecesarias.
- Establece un fondo de emergencia: Destina una parte de tus ingresos a un fondo de emergencia que te brinde seguridad frente a imprevistos. Este fondo te permitirá hacer frente a gastos no planificados sin afectar tus metas de ahorro.
Conclusión
Aunque no es necesario tener un presupuesto para que te vaya bien en tus finanzas personales.
El presupuesto es una herramienta muy útil que, sin duda puede marcar la diferencia.
En mi caso llevo un presupuesto y un registro de gastos desde hace casi 20 años. Y más que un sistema que te ata y no te da libertad es todo lo contrario.
Te hace tomar tus decisiones financieras de forma metida y consciente y evita caer en trampas financieras propias de la sociedad de consumo o la comparación con los que consideras tus semejantes.
No te voy a decir que es algo fácil, sencillo y que no requiere de tiempo. Pues es todo lo contrario. Pero con solo unos pocos minutos al mes es más que necesario. Seguramente te pases 160 horas al mes trabajando o más incluso para conseguir esos ingresos. ¿Qué es una hora para gestionar adecuadamente todo ese que tanto te ha costado ganar?
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Y esto es todo, la semana que viene te espero por aquí con un nuevo podcast.